En 2025 se abre una ventana única para inversores que buscan diversificar carteras y capturar rendimientos superiores. Tras más de una década de subrendimiento frente a Estados Unidos, los mercados emergentes han empezado a brillar con fuerza y muestran señales claras de un cambio de ciclo.
El Momento de Inflexión Global
Tras un “largo invierno” de bajo desempeño, largo invierno podría estar terminando para los mercados emergentes. En lo que va de 2025, el MSCI All Country World Index subió un 3,7%, pero fueron justamente los mercados emergentes los que lideraron las ganancias.
Este repunte está respaldado por tres condiciones que favorecen un nuevo ciclo: tasas de interés más bajas, un dólar debilitado y el avance imparable de la inteligencia artificial en el ámbito productivo y tecnológico.
Crecimiento Económico Acelerado
El motor principal de este resurgimiento es un ritmo de crecimiento superior al de los mercados desarrollados. Proyecciones para 2025 indican:
Este vigor se explica por reformas estructurales, masivas inversiones en infraestructura y un notable aumento de la clase media consumidora, que impulsa la demanda interna.
Además, rápido crecimiento económico impulsa demanda de bienes y servicios, generando un círculo virtuoso que refuerza los retornos de los mercados de capitales.
Regiones y Sectores Clave
Asia y América Latina se perfilan como las áreas de mayor potencial. Dentro de ellas, destacan:
- India, con reformas promercado y un sector tecnológico en expansión.
- Brasil, que fortalece la producción de commodities y servicios financieros.
- México e Indonesia, beneficiados por inversión extranjera y manufactura.
Para seleccionar oportunidades, conviene evaluar factores como estabilidad política, tasa de ahorro doméstico y grado de apertura comercial.
Demanda de Bienes Raíces e Infraestructura
El crecimiento demográfico y la urbanización creciente han disparado la demanda de viviendas, edificios comerciales y proyectos de infraestructura. La construcción de carreteras, aeropuertos y redes ferroviarias no solo mejora la movilidad, sino que también aumenta el valor de los activos inmobiliarios.
En muchos mercados emergentes, demanda de bienes raíces supera la oferta disponible, lo que genera oportunidades de inversión en desarrollos residenciales, complejos industriales y centros logísticos estratégicos.
Innovación y Transformación Tecnológica
La adopción de inteligencia artificial, la fabricación de semiconductores y los servicios digitales están transformando la economía global y ofreciendo un terreno fértil para inversores. Empresas locales han comenzado a competir en sectores de alta tecnología y a atraer capital internacional.
En Asia, por ejemplo, Taiwán y Corea del Sur lideran la producción de chips, mientras que en India emergen startups de servicios financieros digitales. Esta relación positiva entre expansión económica y retornos dispara el interés de fondos de capital riesgo y de private equity.
Transición Económica y Exportaciones
Muchas economías emergentes están pasando de depender de la agricultura a centrarse en la industria y los servicios. Este cambio, impulsado por políticas gubernamentales y flujos de capital, genera un aumento de las exportaciones manufactureras a mercados desarrollados.
La combinación de menores costos laborales y mejoras en logística fortalece la competitividad internacional, consolidando a estos países como proveedores clave de bienes de consumo y componentes tecnológicos.
Valuaciones y Atractivo Comparativo
A nivel de valuaciones, el índice MSCI Mercados Emergentes cotiza a un múltiplo de 13,3x beneficios previstos para los próximos 12 meses, frente a 14,6x en Europa y 22,3x en Estados Unidos. Esta brecha pone de manifiesto el carácter altamente atractivo de estas acciones para inversores de largo plazo.
Gestión de Riesgos y Diversificación
- Volatilidad política: cambios repentinos en gobiernos y regulaciones.
- Riesgo cambiario: riesgo cambiario y volatilidad del mercado pueden afectar rendimientos.
- Exposición sectorial: alta concentración en ciertos países o industrias.
- Liquidez limitada: entradas y salidas pueden ser difíciles sin mover precios.
Para mitigar estos riesgos, es fundamental diversificar por país, sector y tipo de activo, así como emplear coberturas de moneda y adoptar un horizonte de inversión de medio a largo plazo.
Conclusión: Aprovechar el Ciclo Emergente
El escenario actual presenta una conjunción de factores que favorecen un repunte sostenible en los mercados emergentes. Desde tasas más bajas hasta un dólar débil y la revolución de la inteligencia artificial, los ingredientes están servidos para generar valor.
Con una estrategia bien estructurada que combine poblaciones jóvenes con gran natalidad, proyectos de infraestructura y posiciones en compañías tecnológicas de vanguardia, los inversores pueden capturar rendimientos superiores y construir carteras resilientes.
El momento para actuar es ahora: al diversificar y anticiparse a las tendencias, se puede maximizar el potencial de este nuevo ciclo de crecimiento global y participar en la construcción de economías emergentes que están listas para liderar el siglo XXI.
